El 14 de enero de 1865, Edward Harvey alcanzó las costas de San Borondón después de atravesar una tempestad que ocasionó serios daños al barco. Documentó la visita a la isla con multitud de fotografías y dibujos de su flora y fauna.




El fotógrafo Tarek Ode recreó un espejismo para elaborar una exposición artística que permitiese al espectador, por un momento, soñar cómo hubiese sido una expedición naturalista a mediados del siglo XIX a la famosa isla fantasma que tantas veces se divisó desde las islas Canarias. La leyenda continúa pues en 2003 se dejó ver una vez más para ser capturada en vídeo.
Nuestros polivulgadores también han echado mano de espejismos para poner originalidad e imaginación en sus relatos de este mes. Mil gracias por vuestras aportaciones.
El espejismo que duró 41 años (microrrelato), de Cristina Sopena
Espejismos microbianos (microrrelato), de José Antonio Bustelo
Castillos en el aire (microrrelato), de Miguel Ángel Martín
Viajes perpendiculares (microrrelato), de José Antonio Bustelo
Espejismo, espejismo mágico (microrrelato), de Emilio Molina
Antes de la tectónica de placas (microensayo), de Antares
Movimiento browniano: la mano que mece la partícula (microrrelato), de Miguel Rebollo
El miratge d’Alexandria (microrrelato en catalán y castellano), de Salut Vila
Impresiones (microrrelato), de José Antonio Bustelo