«[…] y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar […]», dice Antonio Machado en su célebre poema. Y eso fue lo que hizo la sonda Voyager 1 el 14 de febrero de 1990. Justo antes de que sus cámaras se apagasen para siempre, desde una distancia de 6.000 millones de kilómetros, echó la vista atrás y tomó la fotografía de un punto azul pálido.
Candy Hansen, del Instituto de Ciencia Planetaria, fue la responsable de planificar la secuencia de la foto. «Fue un momento sobrecogedor — recuerda—. Nuestra sonda había sacado desde muy lejos una foto de nuestro hogar y en algún lugar de aquella motita brillante, estaba yo sentada en mi escritorio.»
«Ahí está […] Somos nosotros […] sobre una mota de polvo suspendida en un haz de luz solar», escribía Carl Sagan en su libro Un punto azul pálido. El único hogar que conocemos y que hemos aprendido a amar desde muchos ángulos y a través de muchos prismas. Y es que, aunque planeta Tierra solo hay uno, cada disciplina científica nos lo muestra con una visión particular. Porque lo que apenas ocupa un pixel en la cámara de la Voyager, engloba complejidades que transmiten gozo intelectual (en palabras de Jorge Wagensberg) cuando se comprenden y se comparten.
Por eso, amigas y amigos polivulgadores, os invitamos a escribir sobre la imagen que transmite nuestro hogar desde el prisma de la disciplina que elijáis. Para ello, debéis publicar el próximo 15 de marzo un tuit con el enlace a vuestro texto o hilo, el hashtag #PVpuntoazul y mención a @hypatiacafe. Si vais a escribir con nosotres por primera vez, en este enlace podéis consultar los tipos de texto que solemos emplear.
¡Esperamos vuestros relatos!
Café Hypatia 